¡Estamos de vuelta!
La temporada acaba de arrancar, con novedades, retos y metas que se plantean, un equipo técnico lleno de ilusión que, con gran generosidad, quiere aportar lo mejor de sí mismo a l@s gimnastas, los cuales han empezado los entrenamientos con mucha motivación. Este año celebramos los 25 años del nacimiento del CGA Pozuelo. ¡¡¡¡25 años!!!! Un cuarto de siglo formando personas, construyendo un camino juntos entre l@s gimnastas, l@s entrenadores y las familias. Durante todo este tiempo hemos vivido momentos para recordar, y otros...que nos han hecho más fuertes. Al principio llegábamos a la sala y no se nos ocurría esperar sentadas a que empezar el entrenamiento, porque tocaba darle vida al gimnasio: sacar todos los aparatos del almacén y montarlos todos. Ahora ya no, tenemos la suerte de contar con dos salas adecuadas y específicas para este deporte. Algo que sigue igual, son las ganas de trabajar en equipo. Es verdad que este deporte cada uno es responsable de su tarea, de su actuación en la competición, de recuperarse ante una lesión, de compaginar estudios y entrenamientos...pero todo esto es más fácil si tienes a tu lado a un equipo, que como tú, sabe lo complejo que es lograr que todo esté en orden. Un abrazo cuando entras en la sala, el choque de puños antes de subirte al aparato o unos minutos para expresar como te sientes y saber que vas a ser escuchada. Lo cierto es que son muchos años de trabajo, horas de programación, de viajes, de frustraciones y celebraciones. Algunas empezamos siendo gimnastas y a día de hoy continuamos formando parte de esta familia, aportando desde nuestra labor profesional, creando una identidad propia y buscando el lugar donde encajamos en este gran puzzle.
Nuestra metodología de trabajo se basa en el respeto por el ser humano, en la formación integral de cada niñ@, inculcando unos valores que trasciendan más allá del deporte para que puedan ser llevados cada día con ell@s de aquí en adelante. Deseamos que esta temporada esté llena de momentos para recordar, que ya estamos muy fuertes como para seguir viviendo de los otros. Y si vienen, no pasa nada, que ahora ya no nos sorprenden y nos pillan preparados.
¡Empezamos!
