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Elena Jiménez "el deporte me ha enseñado a ser consecuente con los compromisos que uno toma&quo

Y de Ana Moyano, gimnasta retirada hace unos meses, pasamos a Elena Jiménez, una gimnasta que estuvo en los comienzos de la escuela de Gimnasia de Pozuelo hace ya 25 años. Ella se inició en este deporte en el club de Gimnasia de Aluche, donde Sylvia fue su entrenadora, lugar donde creció y se formó como persona, deportista y dio sus primeros pinitos como entrenadora. Después de 5 años entrenando allí, Elena se vino a Pozuelo junto a Sylvia para dar impulso a una escuela deportiva que estaba en sus inicios y estuvo entrenando durante 5 años más. Es licenciada en Bioquímica y Tecnología de alimentos, y actualmente es responsable de marketing en una empresa farmaceútica. Pasado y presente a veces se reunen, y hoy tenemos aquí una muestra de ello.


Fuiste de las primeras gimnastas de la Escuela de Gimnasia...hace ya 25 años. ¿Cómo llegaste al mundo de la gimnasia?

Yo no lo recuerdo, pero mi madre siempre me cuenta, que con 3 años vi en la televisión una competición de gimnasia y en ese momento la dije que eso es lo que quería hacer yo. Por entonces, con 3 años aún no podía empezar y tuve que esperar a los 5 años, asique esos dos años fui dando tumbos de un deporte a otro, pero ninguno me gustó; tenía claro que quería hacer gimnasia y por fin a los cinco lo conseguí y entré a formar parte de la familia de Aluche, estamos hablando del año 1985.

Mi primera entrenadora fue Sylvia, creo que el primer entrenador que uno tiene marca; con ella estaba todos los días, y los sábados cuando íbamos a entrenar a Majadahonda (porque ellos tenían foso) me iba con ella en el coche, vivíamos al lado, yo la veía como una hermana mayor.

Cuando Sylvia propuso a mis padres irme con ella a montar una escuela de gimnasia a Pozuelo, no lo dudé. Nos fuimos seis niñas (Raquel, Belinda, Raquel, Ana Ruth, Lidia y yo) y a base mucho esfuerzo y de muchas exhibiciones, dimos a conocer la gimnasia en Pozuelo. Es verdad que pasamos de estar en un gimnasio completo a un pabellón donde nos faltaban aparatos, pero no importó, al final con esfuerzo en unos años nos fuimos a Pradillo, donde conseguimos tener casi todo el aparataje necesario para practicar este deporte.


¿Con qué te quedas de todo lo vivido durante tus años como deportista?

Para mí la gimnasia, fue mi vida, era lo que más me gustaba, mi pasión. Me quedo en sí con la propia gimnasia como deporte, me dio mucho y sobre todo me enseñó unos valores importantísimos: compañerismo, trabajo en equipo, afán de superación, responsabilidad y compromiso.

Una de las cosas más importantes para mí, es que la gimnasia me ayudó a aumentar la confianza en mí misma y darme seguridad.


Actualmente una de tus hijas practica gimnasia ¿cómo vives el deporte desde tu posición de madre?

Me encanta el deporte, vengo de familia de deportistas y que mis hijas practiquen deporte es algo muy importante para mí, sobre todo porque como he dicho antes, el deporte aporta unos valores importantísimos, que adquiridos desde niño, se impregnan y se reflejan en el adulto.

Además si una de mis hijas practica mi pasión, ¡pues qué más se puede pedir!

Tengo unas mellizas de 8 años y ambas se han decantado por deportes artísticos (gimnasia, patinaje artístico y natación sincronizada); cuando las veo competir, se me pone la piel de gallina y me remontó 25 años atrás y me entra la morriña.

María, que es la que hace gimnasia, me pregunta y me pide ayuda, y cuando me cuenta que va aprendiendo y cómo la enseñan, me encanta, creo que ella percibe que sé perfectamente de que me habla.


La gimnasia artística es muy compleja, ¿qué habilidades crees que debe desarrollar el entorno deportivo (familias, entrenadores y el propio deportista) para que la experiencia del gimnasta sea constructiva?

Creo que lo primero que tiene que sentir un gimnasta es apoyo por parte de todo su entorno. El entrenador debe ser capaz de trasmitirte y traspasarte todo el conocimiento técnico. Es un deporte que se inicia desde muy pequeño, eres un niño que entrenas muchas horas y tu entrenador se convierte en un adulto de referencia en tu vida, por eso considero tan importante la confianza y por supuesto la humanidad y el cariño. Él/ella, así como tu familia, tienen que ayudarte a desarrollar esos valores de los que hemos hablado antes.

Mantener la motivación es trabajo de todos; es un deporte que requiere mucha disciplina y sacrificio. Si todos se implican y comprometen, la pasión del gimnasta por este deporte, hace el resto.


La gimnasia artística de ahora es diferente a la que tú practicabas ¿Qué ha cambiado? ¿Te gusta este cambio?

Si, si veo cambio y sí, me gusta.

Veo diferencia en los aparatos, el potro, las paralelas… los ejercicios son más especializados y la técnica ha cambiado, permitiendo a los gimnastas ser especialistas en distintos aparatos. Y lo que me gusta de la familia de Pozuelo, es ese sentimiento de familia, y la posibilidad que tienen los gimnastas de participar en distintas modalidades, lo viven desde pequeños y les permite integrarse y ponerse los límites ellos mismos.


¿Qué valores te ha dejado este deporte?

Me ha enseñado a tener confianza en mí misma, a darme seguridad, a ser responsable y consecuente con los compromisos que uno toma, a trabajar en equipo y a ser constante.

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