Una nueva forma de iniciar la temporada
Nunca sabemos con certeza como va a ser una temporada. Pero desde luego que esta se lleva la palma en incertidumbre y adaptaciones constantes.
El equipo técnico prepara los contenidos y objetivos del curso teniendo en cuenta una serie de aspectos como:
Las habilidades del grupo con el que va a trabajar
La edad madurativa de las/os gimnastas
El planteamiento de competiciones y eventos deportivos
Los objetivos personales de las/os gimnastas
Los requisitos de la normativa nacional o autonómica
Pero este año se presentan otros motivos, otras circunstancias que priman por encima de los objetivos deportivos. El COVID-19 llegó hace 6 meses a nuestras vidas para darle la vuelta a todo. Desde salir a la calle a comprar el pan hasta mantener unas normas de convivencia estrictas para el cuidado personal y de la comunidad. Durante los meses de marzo, abril y mayo nos quedamos en nuestras casas sin ninguna opción de pisar la sala de gimnasia. De repente, de un día para otro, las rutinas cambiaron. Los tiempos se convirtieron para alguna personas en eternas cantidades de minutos donde no sucedía nada o por el contrario, ocurría todo. Sin embargo, para otras personas fue un momento para la introspección y reflexión, para valorar lo que se tiene y echar de menos lo que ya no está.
Acompañar a las/os gimnastas en estos meses ha sido una ardua tarea para el equipo técnico, no sólo porque queríamos llegar hasta cada deportista y ofrecerle un servicio de calidad, sino porque nunca antes habíamos vivido una situación similar y necesitábamos crear una nueva forma de entrenar.
Familias, gimnastas y entrenadores nos aliamos una vez más para retar a las dificultades. Y lo conseguimos. La clave fue la empatía, la adaptación de los contenidos, la capacidad creativa y la sensibilidad a la hora de acompañar a cada grupo de gimnastas durante el confinamiento.
Ahora nos encontramos en septiembre, con una motivación e ilusión desbordante, aunque preparados/as para cualquier cambio que se pueda dar. Desde el CGA Pozuelo hemos creado una serie de documentos y protocolos (libro del club, declaración responsable, grupos burbuja, entradas y salidas en horarios fijados, etc.) para hacer frente a los diferentes escenarios con los que el coronavirus pueda sorprendernos.
El libro del club
Es un documento informativo que se entrega a principio de temporada con el objetivo de que los socios/as conozcan de antemano el origen del club, los proyectos que se realizan, los grupos y cuotas, los servicios que se ofrecen, etc. Es importante que les llegue a las familias para que estas puedan entender cómo funciona el CGA Pozuelo.
Medidas y aforo frente al COVID-19
Este protocolo se ha elaborado con la intención de que todas las personas que formamos parte de este club, conozcamos la normativa para hacer uso de la instalación, cuales son los pasos a seguir para cuidar la salud de las/os gimnastas, técnicos y familiares. La responsabilidad individual es fundamental para proteger al equipo. ¡Y estamos preparadas para hacerlo!
La declaración responsable
Cada gimnasta tiene que entregar un documento firmado donde se compromete a informar en el caso de que haya estado en contacto con alguna persona que haya dado positivo por COVID19 o a quedarse en casa en el caso de que tenga síntomas o le hayan detectado el virus. De esta forma será mucho más fácil mantener al resto de compañeras/os protegidos de ser infectados.
Horarios de entradas y salidas
Sabemos lo difícil que a veces se hace llegar con puntualidad a los entrenamientos debido a las salidas del colegio, atascos e incompatibilidad de horarios con las actividades de los demás hijos/as. Por eso hemos planteado dos horarios de entrada que se llevarán a cabo de forma muy estricta. Las salidas de los entrenamientos también están organizadas para que primero salgan las deportistas que acaban su sesión, se desinfecte la sala, y puedan entrar los siguientes grupos de forma organizada. De esta forma siempre se respeta el aforo de la sala, la higiene y la distancia de seguridad establecida.
Sylvia García, nuestra presidenta, desde el mes de junio ha movido cielo y tierra para que se puedan realizar los entrenamientos presenciales en las instalaciones de Pradillo en las mejores condiciones posibles tanto para gimnastas como entrenadores. Ha cuidado del equipo en todo momento anteponiéndolo a su descanso o al cese de la actividad. Desde aquí quiero agradecerle cada minuto dedicado a mantener el barco a flote, porque pese a todas las tormentas que ha tenido que lidiar, no ha tirado la toalla en ningún momento.
Ahora nos toca a todas las personas que conformamos este equipo demostrar que ha merecido la pena, que la gimnasia no sólo va de hacer mortales y ganar medallas.
En estos momentos es importante mantener la calma y tratar de comprender que ninguna decisión tomada fue en vano, que cada vez que se plantea algo, la única intención es la de favorecer a las/os deportistas.