Regreso a Chad después de 2 años
Llegó el día de viajar a casa. Eso sí, en el gimnasio no dejamos pasar la oportunidad para hacer una despedida llena de abrazos, globos, bailes y tarjetas con muchos mensajes de cariño para cada una de las chadis. Las vamos a echar de menos estos meses que van a estar tan lejos y queríamos que lo supieran.
El 24 de junio a las 2 de la mañana les esperaba un vuelo de Madrid a N'Djamena. El viaje estaba organizado desde hacía mucho tiempo, sabíamos lo importante que era que volviesen a casa y se encontrasen con sus familias y amistades. Ellas estaban tan llenas de ilusión como de nervios. Igual que Sylvia, Ramón, Marta, Alejandra, Antonio, Laura, Diego... las personas que les iban a acompañar en su vuelta a casa y que son una parte muy importante de sus vidas aquí en España.
El recibimiento fue mucho más de lo esperado. Entre ramos de flores y sonrisas, no sólo estaban los padres y madres, los hermanos y hermanas, sino el ministro de deportes, la prensa, la radio y nuestro querido padre Camille. Él siempre en primera línea de batalla, mano a mano con la Fundación Ramón Grosso y el CGA Pozuelo.
Al inicio de semana les recibió el presidente del COST (Comité Olímpico y Deportes del Chad), Idriss Dokony Adiker. Fue la primera reunión de otras cuantas que se sucederían para ver el futuro del proyecto y las mejoras que se planteaban para el beneficio de las gimnastas chadianas y las niñas en Chad.
El presidente reiteró la disponibilidad del COST para continuar trabajando con el objetivo de mejorar el deporte y la formación a niños y niñas en Chad. Sylvia, como Directora de Deportes de la Fundación Ramon Grosso, recordó cómo había sido posible tener a 5 gimnastas chadianas entrenando en el Centro de Entrenamiento de Gimnasia de Alto Nivel de la Fundación. De esta forma, se vio el compromiso y la determinación que hay por parte de las gimnastas, técnicos e instituciones de formar a sus jóvenes deportistas a través del deporte. Sabemos, además, que para lograr buena preparación de las gimnastas de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024 es fundamental la alianza entre la Fundación Ramón Grosso y el COST.
Una de las reuniones más importantes fue con el Ministro de Deportes de Chad, el señor Mahmoud Ali Seïd y el presidente del Comité Olimpico Chadiano, el señor Idriss Dokony Adiker. Se invitó a las 5 gimnastas chadianas a la ceremonia, donde se las felicitó por sus éxitos deportivos. En esta ceremonia cada una de ellas ofreció sus medallas al Ministro de Deportes y este, a su vez, les mostró su reconocimiento y valoró el buen trabajo realizado. Esto nos permite conocer un poquito mejor la cultura chadiana.
En esa misma reunión estuvo presente la señora a Nemadji Assel Solange, Directora del alto nivel en el COST, la cual mostró ilusión y orgullo ante la valentía y el tesón de las gimnastas chadianas.
Todavía faltaba una última reunión, esta vez con el presidente y vicepresidente del COST, Bani Ngata Ngoulou, con el fin de marcar los términos del convenio con la Fundación y crear sinergias que faciliten el camino hacia el gran objetivo, en el que una de las chadis participará en los JJOO de París'24 demostrándole al mundo que las niñas en Chad son capaces de eso y mucho más. Entre tanta reunión se sucedieron maravillosos acontecimientos. Uno de ellos fue ver en funcionamiento la recién inaugurada Federación Chadiana de Gimnasia. Este año fue admitida FIG (Federación Internacional de Gimnasia) gracias al inestimable trabajo de Cristina Martínez y Sylvia García.
Otra de las acciones que se llevaron a cabo fueron los entrenamientos especiales preparatorios para el Campeonato Nacional de Chad. Al frente estaba nuestra técnico Marta, quien estuvo acompañada por las 5 chadis que quisieron apoyar a sus compañeras de gimnasia de Chad en esta semana tan importante para ellas. A lo largo del año las clases de gimnasia se llevan a cabo en el CESFRAG (Centro Educativo Sportive Fundacion Ramón Grosso) que tiene hoy en día su sede en el Centro Educativo Loyola donde se dan clases escolares de informática, judo, karate y gimnasia artística. Este centro acoge semanalmente a más de 80 niñas en sus clases de gimnasia.
Durante esa semana se realizaron ejercicios que preparaban a las gimnastas para el evento en el que tanto deseaban participar. Cada entrenamiento procuraba ser lo más completo posible: un poco de flexibilidad, fuerza y colocación para los elementos gimnásticos, y diferentes circuitos donde aprender nuevas habilidades. Durante la estancia allí Marta se dio cuenta de que el ritmo es distinto, de que hay otra manera de hacer las cosas. De hecho, hay muchas maneras. No todo tiene que estar pensado con un fin productivo, en realidad "la gente allí te recuerda que lo importante son las personas" me comentaba hace unos días.
Cuando llegó el momento de la competición todo era ilusión. El sábado 2 de julio se citó a las deportistas en la sala de gimnasia, el público comenzó a reunirse en los alrededores. Después de más de dos años sin poder ir a N'Djamena, ¡por fin se retomaron las competiciones! Eso sí, para poder participar había un requisito indispensable: haber acudido toda la semana a los entrenamientos programados. El objetivo no era otro que enseñarles el valor del compromiso y la constancia en el esfuerzo. Las oportunidad puede estar ante ti, que si no trabajas por tus sueños es muy difícil que se hagan realidad.
Había 3 categorías: Pequeñas, Medianas y Mayores. Todas preparadas para dar lo mejor de sí mismas. Se disputaban el primer, segundo y tercer puesto teniendo que realizar 4 pruebas adaptadas a cada una de las categorías.
En la entrega de premios de la competición de gimnasia artística femenina, también se realizó la del concurso de español. Durante esos días allí, Alejandra se había encargado de llevar a cabo clases de español en el CESFRAG.
Entregando medallas estuvieron Ali Tchouli, presidente de la Federación Chadiana de Gimnasia, Ramón Grosso, presidente de la Fundación, Marta y Alejandra.
Como ya he dicho, hubo grandes momentos, tanto deportivos como sociales, pero hay una cosa que no puedo dejar pasar por alto. Algo que emociona y que hace que este proyecto haga honor a su principal objetivo que es el de crear oportunidades para las niñas de Chad.
Yokiaoji es el nombre de una niña que conocieron Sylvia y Ramón gracias al proyecto Màlàng de la Fundación Ramón Grosso. Ella es sorda, lo que supone el rechazo de una sociedad que aún no ha podido ver todas las otras capacidades que tiene Yokiaoji. Allí pudieron ver en directo como la inclusión ganaba el pulso a la exclusión. Se presentó a los entrenamientos de toda la semana porque ella quería hacer gimnasia. Al principio había niñas que la echaban de la clase y niñas que la ayudaban a integrarse y a entender las indicaciones de Marta. Se presentó a la competición y fue el ejemplo claro de que se podía. Así es como se rompen barreras. Así se abre camino y se crean referentes.
En palabras de Ramón "de todos los viajes que he hecho a Chad, que han sido muchos, este junto al primero que fue cuando conocí el país, ha sido el más emocionante y el más intenso que he vivido en todos estos años". De eso no hay ninguna duda.
Solo me queda dar un gracias enorme a la familia de Grace, Anne Marie, Bonté, Ceci y Achta, porque nos abrieron las puertas de sus hogares e hicieron que cada día allí fuese un motivo para celebrar. Gracias por confiar en nosotras para acompañar a sus hijas en esta oportunidad que las está haciendo crecer y formarse como las grandes mujeres que son.
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