Elisa Estapé "hay investigaciones que avalan los beneficios a nivel motriz, psicológico, y tamb
Entrenadora y profesora universitaria, Elisa Estapé es conocedora de la gimnasia artística desde diferentes perspectivas. Ha vivido mucho dentro de este deporte, algunas experiencias han sido agradables y enriquecedoras, otras, más incómodas y de las que poder hablar largo y tendido. Eso sí, gracias a ello y su sabiduría, tiene una visión muy amplia de esta disciplina. Todo comenzó como gimnasta en el Gimnasio Blume de Barcelona a finales de los años 60. Desde 1975 hasta 1989-90 estuvo como entrenadora en Cataluña, primero en diferentes clubes y posteriormente en el Centro Tecnificación Fuxarda (FCG y FEG). Desde 2007 hasta 2015 fue entrenadora del Club Gymnava (León) y coordinadora de la Escuela Gimnasia Artística Navatejera con alumnos FCAFD. Es licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Barcelona y desde 1995, obtuvo el doctorado en la Universidad de León. Desde 1990, es profesora Titular de Gimnasia Artística y otras asignaturas en la FCAFD de la Universidad de León. Además tiene publicado el libro "Las habilidades gimnásticas y acrobáticas en el ámbito educativo. El placer de aprender." (1999). He querido preguntarle algunas cosas sobre nuestro deporte y ella ha accedido encantada, pese a tener una agenda algo apretada. Aquí os dejo su entrevista.
Elisa, este deporte es muy complejo, que habilidades crees que un entrenador/a tiene que desarrollar para poder ejercer de una forma correcta su labor profesional? Personalmente, es transmitir la pasión por este deporte. A veces, encuentras a niñas que lo sienten de inmediato y otras no tanto. Cuando era joven, no tenía los conocimientos y experiencia que tengo ahora, por tanto era difícil abordar la enseñanza teniendo en cuenta las diferentes motivaciones personales de las niñas que componían el grupo. A través de esta pasión, enseñar lo que es este deporte y lo que puede aportar en el desarrollo de la persona en todos los ámbitos, y su vertiente educativa. Y más concretamente, enseñar a aprender, ese proceso es muy complejo.
Cómo entrenadora... ¿qué aportabas tú a l@s gimnastas? Las cosas han cambiado mucho, con los conocimientos que teníamos en los años setenta, intentaba que, con los pocos recursos de aquella época, las niñas aprendiesen las bases de este deporte, la acrobacia y las bases gimnásticas. Todo ello, gracias a una preparación física que intentábamos sistematizar. La disciplina, los horarios y por supuesto, la motivación hacia la practica de algo que les gustaba… Siempre consideré muy importantes, las relaciones entre ellas y conmigo, y ¡también con otros equipos! Traté de transmitir siempre la idea de que la gimnasia se vive en grupo, no como deporte individual.
¿Qué valores te movían a hacer tu trabajo con las deportistas? En aquella época era complicado seguir y plantear entrenamientos en los que las gimnastas estuviesen motivadas a diario; intentaba transmitir mi motivación. Muy complicado con los pocos recursos, apoyo y ayudas existentes. El ámbito competitivo era y sigue siendo bastante duro e ingrato. A menos que el grupo se centre en las motivaciones, los valores y el desarrollo personal y del grupo. Y muchos años después, aquí en León, me encontré con una situación similar. Les descubres a niñas, padres y entrenadores, un deporte hasta ese momento desconocido, pero apasionante. Deporte muy complejo, que a algunas gimnastas sin duda, les ha dejado huella, y eso es importante para mi.
Y como profesora de Universidad...¿qué aportas a tus alumn@s? Cuando se está inmerso en el mundo del entrenamiento, la competición, la planificación, etc, no te das cuenta de que la enseñanza es a todos los niveles. Jamás podía pensar que me gustaría tanto dar clases en la Universidad. Y la satisfacción de introducir a algunos alumnos/as, que no tenían experiencia en el mundo de la gimnasia y a quienes les apasionó desde el principio. Esta situación es muy similar a la de las ex gimnastas que aún tienen recuerdos de aquella época. Los discípulos/as, algunos muy aventajados y preparados, que incluyen la acrobacia, la gimnasia en sus clases de E.F., otros que se han dedicado a la gimnasia, un orgullo, la verdad.
La gimnasia artística actual es diferente a la de hace unos 15 años ¿Qué ha cambiado? ¿Te gusta este cambio?
El cambio hacia la “acrobatización" a cualquier precio y de cualquier manera, no me gusta. Estamos, probablemente, ante una gimnasia acrobática femenina y no artística. Soy bastante clásica, diría casi que “vintage”, en mis gustos. A mi hay pocos ejercicios actuales que me emocionen, por ejemplo, en suelo; y eso es una pena. No me refiero a que los ejercicios tengan que recurrir a un estilo clásico basado en el ballet, sino a que no existe un esfuerzo en la música y la coreografía en la mayoría de ejercicios actuales. Los requisitos de series acrobáticas, saltos y giros gimnástico dejan poco margen en la duración del ejercicio para componer una coreografía de acuerdo con la música. Digamos que la parte coreográfica no está codificada, no “puntúa”, por tanto, ¿qué sentido tiene trabajarlo? De todas formas, creo que la problemática proviene, probablemente, del Comité Técnico Femenino de la FIG, como responsables de los cambios cada ciclo olímpico y, por supuesto, de la poca o nula aplicación de las reglas, o faltas cuando sería necesario para conservar el sentido artístico. Siempre me ha parecido que este Comité debería estar asesorado por entrenadores preparados que pudiesen aconsejar hacia donde deben evolucionar los ejercicios, cómo deben cambiar de valor los elementos o cómo conseguir las bonificaciones, y así orientar a las gimnastas y entrenadores en la construcción de sus ejercicios a medio y largo plazo.
¿Que beneficios tiene este deporte para quienes lo practican?
Parece que ya tenemos investigaciones al respecto, sobre numerosos beneficios a nivel motriz (anatómico, fisiológico), de mejora del desarrollo de niños y niñas, también en el plano expresivo, psicológico y comunicativo; eso sí, siempre y cuando se planteen los entrenamientos o sesiones de aprendizaje en las mejores condiciones posibles. Y resaltaría, los beneficios de crear un hábito deportivo desde edades tempranas; quizá después de la etapa competitiva, haya gimnastas que abandonen la actividad física pero si les ha marcado y dejado una huella, una experiencia positiva en el balance personal, es probable que la persona vuelva a realizar práctica deportiva. Y eso, en la sociedad actual, en la que se observa unas tasas elevadas de sedentarismo, es todo un éxito.
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